Inundaciones masivas, roturas de tuberías, extinción de incendios, crecidas, incluso exposiciones constantes a situaciones de humedad ponen en peligro archivos, registros y bibliotecas. Si muchas de estas situaciones no se pueden prever, sí podemos tomar las medidas más adecuadas para minimizar el perjuicio.
Una respuesta rápida y efectiva es clave para reducir los daños físicos y la contaminación biológica de los libros o documentos afectados, sobre todo ante la imposibilidad de tratar de forma manual y específica miles de documentos a la vez.
Veamos cómo la liofilización se convierte en el proceso más eficaz para la recuperación de libros y documentos de gran valor que han quedado totalmente empapados tras una inundación.
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¿Se puede liofilizar todo tipo de documentos?
En este tipo de sucesos catastróficos en los que cientos, miles de documentos han quedado dañados por el agua, la liofilización documental se ha convertido en la técnica más fiable y eficaz para restaurar las piezas deterioradas.
El proceso consiste en congelar lo más rápido posible todos los documentos o libros afectados, con el fin de reducir su alteración física y la contaminación biológica, así como detener la pérdida de pigmentos o tintas originales. Es importante también actuar antes de que la celulosa del libro o legajo se convierta en un bloque.
Una vez culminado el proceso de congelación, se utilizará una cámara especial de vacío de alta presión, en la que, llegado el momento, con los niveles adecuados de temperatura y presión, la humedad se sublimará (el agua pasará directamente de estado sólido a gaseoso). Al final del proceso, la técnica de la liofilización habrá eliminado la humedad de los documentos, deteniendo la proliferación de moho y evitando complicaciones como adherencias, manchas y deformaciones.
No obstante, la calidad de la restauración va a depender del material que se esté liofilizando. Existen algunas piezas realizadas mediante diferentes materiales con propiedades de absorción distintas que podrían deformarse debido a los distintos ritmos de secado y expansión.
Estas son algunas de las tipologías que se pueden liofilizar con buenos resultados:
Libros y manuscritos:
Libros de texto, libros antiguos, papeles estucados de revistas y folletos, cuero, pergamino, vitela, lino de dibujo, papel de pulpa, etc.
Registros y documentos en papel:
Obras de arte:
Dibujos, acuarelas, tapices, bordados, pinturas acrílicas, etc.
Documentos históricos:
Mapas, colecciones de sellos, moneda, artículos de prensa, etc.
Recuerdos:
Artículos de piel y cuero, recetarios, álbumes de recortes, fotografías, cartas, tarjetas, etc.
¿En qué casos se hace más difícil la recuperación de documentos húmedos?
Como hemos visto, la liofilización es un proceso rápido y eficaz que resultará adecuado sobre todo en los siguientes casos:
- Cuando se necesite recuperar una gran cantidad de documentos o libros afectados por el agua.
- Cuando los documentos además de húmedos estén sucios de lodo u hollín.
- Cuando exista un riesgo claro de deformación o distorsión.
- Cuando los documentos dañados sean irremplazables o más costosos de reemplazar que de recuperar.

Libros humedecidos
Fuente de la image: soybibliotecario.blogspot.com
En cualquier caso, una vez emprendido, el proceso de secado de documentos no es un camino exento de dificultades. Es importante darse cuenta de que el éxito de este sistema de salvamento a gran escala dependerá sobre todo de nuestra capacidad para detener el desarrollo del moho.
Para ello, resultará de vital importancia tomar una serie de medidas:
- Es conveniente separar cuidadosamente los objetos contaminados de moho de los no contaminados, también a la hora de empaquetarlos y de congelarlos.
- No conviene devolver los ejemplares a las estanterías hasta que no se haya tratado completamente una posible contaminación por moho. Cualquier infestación generalizada podría producir daños irreversibles.
- Se recomienda que, tras el ciclo de secado, todos los materiales contaminados con moho sean esterilizados.
- Conviene conservar el material recuperado en un ambiente controlado de temperatura entre 10 y 15º C, y una humedad relativa del 35-40%, para mantener las esporas del moho inactivas.
- No debemos aceptar materiales devueltos sin garantía de que retornarán completamente secos.
- Tras el proceso de liofilización, los documentos deben permanecer sin empaquetar y en estanterías abiertas de habitaciones bien ventiladas, sometidos a control diario durante al menos un año.
- Si el material permanece metido en cajas, será imposible detectar la presencia de moho en sus primeras etapas.
¿Cuánto tiempo dura todo el proceso desde que se produjo el daño?
El proceso de liofilización en sí se divide en tres fases: la fase de congelación, la de evaporación (por sublimación) y la de hidrocondensación.
- En la primera fase, los documentos se congelan para mantener su forma y estructura. El agua que los impregna se congela en la cámara de tratamiento.
- A continuación, se aplica un vacío de alta presión en la cámara de liofilización y, mediante calentamiento, el agua congelada se evapora directamente.
- Finalmente, un aumento gradual de la temperatura completa el proceso expulsando los vapores, que se condensan externamente y se desechan.

Manuscrito liofilizado
Sin embargo, si se quiere obtener el mejor resultado con los archivos liofilizados, habrá que realizar tareas de organización que también requerirán su tiempo, pero que contribuirán al éxito de la empresa. Hablamos de organización y rehabilitación a priori, y de vigilancia y conservación a posteriori. Para ello, algunos consejos:
- Crea un mapa de documentos importantes, aquellos que deben permanecer originales y aquellos de los que se puede hacer copia. También elige aquellos que ubicarás en las zonas más seguras y con bajo nivel de humedad. Con algunas piezas, puede resultar más conveniente una reposición que una restauración.
- Tras la liofilización, prevé una zona de secado con el doble de espacio del que ocupaban los documentos, de manera que este espacio permita al material recuperar su equilibrio ambiental y te permita compensar los efectos de aquellos libros que se hayan expandido. Esta ambientación puede llevar un par de semanas.
- Finalmente, al menos durante un año, inspecciona cuidadosamente las piezas una vez estén completamente limpias y restauradas, para detectar cualquier presencia temprana de moho.
CURIOSIDADES BARNALAB liofilizados:
Entre las principales ventajas de liofilización de documentos mojados figura su respeto por el medio ambiente al no emplear sustancias químicas, su eficacia y rentabilidad a medio plazo, y la rapidez con la que permite actuar sobre grandes cantidades de material.
Fuente de la imagen de portada: americanlibrariesmagazine.org